martes, 15 de enero de 2008

Dadá


Fuente, de Marcel Duchamp, 1917


El dadá o dadaísmo fue un movimiento antiarte que surgió en Zúrich (Suiza) en 1916, que se caracterizó por gestos y manifestaciones provocadoras en las que los artistas pretendían destruir todas las convenciones con respecto al arte, creando una especie de anti-arte o rebelión contra el orden establecido.

Surgido en Europa y en Norteamérica como movimiento artístico. Apareció en Zúrich, Suiza entre 1916 y 1922 con Tristan Tzara como su fundador. Lo llamo así el escritor Tristan Tzara para significar el "balbuceo" del arte: atacó violentamente todo lo existente en el arte. Otras de las versiones señala que fue la primera palabra encontrada en el diccionario, que significaria "caballito de juguete" o también las primeras palabras que pronuncia un bebé.

Fue una oposición al pasado violento de la Primera Guerra Mundial. El poema dadaísta suele ser una sucesión de palabras y sonidos, lo que hace difícil encontrarle lógica. Se distingue por: la inclinación hacia lo dudoso, terrorismo, muerte y nihilismo, lo fantasioso, busca renovar la expresión mediante el empleo de materiales inusuales o manejando planos de pensamientos antes no mezclables y tiene una tónica general de rebeldía o destrucción.

Dadá se presenta como una ideología total, como una forma de vivir y como un rechazo absoluto de toda tradición o esquema anterior. En el fondo es un antihumanismo entendiendo por humanismo la tradición anterior, tanto filosófica como artística o literaria. No por casualidad en una de sus primeras publicaciones había escrito como cabecera la siguiente frase de Descartes: «No quiero ni siquiera saber si antes de mí hubo otro hombre.»

El movimiento dadaísta es un movimiento antiartístico, antiliterario y antipoético porque cuestionan la existencia del arte, la literatura y la poesía. Por definición, cuestionan el propio dadaísmo.

En poesía el dadaísmo abre el campo para la llegada del surrealismo y ayuda a crear un lenguaje poético libre y sin límites. Para entender qué es la estética dadá en el mundo de la poesía nada mejor que recoger los consejos que Tzara propone para hacer un poema dadaísta:

  1. Tomad un periódico.
  2. Tomad unas tijeras.
  3. Elegid en el periódico un artículo que tenga la longitud que queráis dar a vuestro poema.
  4. Recortad el artículo.
  5. Recortad con todo cuidado cada palabra de las que forma tal artículo y ponedlas todas en un saquito.
  6. Agitad dulcemente.
  7. Sacad las palabras una detrás de otra, colocándolas en el orden en que salgan.
  8. Copiadlas concienzudamente.
  9. El poema está hecho.

El movimiento dadaísta dejó las revistas y manifiesto que sin duda son la mejor prueba de sus propuestas pero, por definición, no existe una obra dadá. Lo propio del dadaísmo eran las veladas dadá realizadas en cabarets o galerías de arte en la que se mezclaban fotomontajes con frases aisladas, palabras, pancartas, recitales espontáneos y un ceremonial continuo de provocación.

Aunque hay ciertas similitudes entre ambos Desnudos Duchamp aseguró no recordar haber visto este Desnudo bajando una escalera de Eadweard Muybridge.

En cambio, sí reconoció la influencia de las fotografías de Étienne-Jules Marey, que trataban de capturar el movimiento mediante fotografías repetidas, como éstas.

Duchamp, Picabia, Jean Crotti, como europeos refugiados, junto con los americanos Man Ray, Morton Schamberg y otros dan vida al dadá neoyorquino.

La primera guerra mundial también llevó a Nueva York a grupos de artistas y refugiados. Entre ellos hay que destacar a Duchamp y Picabia.
Duchamp llegó de París a Nueva York con un regalo de los franceses para los gringos ( particularmente para el coleccionista Walter Arensberg) que consistía en una bola de cristal con aire de París. Era el comienzo de los ready-mades (una rueda de bicicleta montada sobre un taburete, un botellero, un orinal, etc.), objetos sacados de la realidad y puestos en la esfera del arte por la simple acción y voluntad del artista.

Marcel Du Champ. 28 de julio de 1887 al 2 de octubre de 1968

Aunque Nueva York no era Zúrich, ni existía ese clima de refugiados políticos de la ciudad suiza, el espíritu iconoclasta. La mayoría de artistas dadaístas tenían un pensamiento nihilista.

En 1913 tuvo lugar en Nueva York la Exposición Internacional de Arte Moderno, más conocida como el Armory Show. Allí, el Desnudo descendiendo una escalera de Marcel Duchamp causó una auténtica conmoción y fue calificada de obra maestra por Breton. Duchamp se convirtió en la bestia negra del arte moderno. Marcel Duchamp ha pasado a la historia como uno de los artistas más enigmáticos e inteligentes.

La obra más importante de Duchamp es La casada desnudada por sus solteros. Ya conocida en como el gran vidrio. En esta obra, entre otras cosas, Duchamp utiliza técnicas en las que pone de manifiesto su preocupación por la corrección matemática en el uso de las formas. La pieza está precedida en su proceso de realización por multitud de dibujos en los que calculó todos los detalles con precisión matemática, como si se tratara de una máquina. También utiliza el azar al admitir como parte de la pieza las roturas que ésta sufrió en 1923 al ser trasladada a una exposición en Brooklyn. Duchamp dijo que aquello no alteraba la pieza, sino que era entonces cuando la daba por acabada.

Duchamp, a partir de 1921, abandona el arte para dedicarse al ajedrez.

Dada de Theo van Doesburg y Kurt Schwitters. titulado: Kleine Dada Soirée. 1922. Litografía

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